¿Has oído hablar del reclutamiento colaborativo? No es una novedad, en absoluto. Ya hace tiempo que viene aplicándose en algunos procesos de selección, aunque no es una estrategia que se use de manera habitual, sino únicamente en determinadas empresas o para perfiles muy concretos.
Pero definamos qué es exactamente. Reclutamiento colaborativo son los programas de referidos. A través de estos, los empleados recomiendan, proponen y eligen a los candidatos que formarán parte de sus equipos y, por tanto, de la plantilla de la empresa.
Los elegidos serán, pues, sus futuros compañeros y habrán tenido un papel clave en su reclutamiento. El sistema de reclutamiento colaborativo nació en Silicon Valley, pero hoy ya se aplica aquí. ¿Con qué objetivo se hace? Y lo que es más importante, ¿qué ventajas ofrece para empresas y empleados?
1. Fomentar la compenetración y acelerar el tiempo de adaptación
Se conocerán desde el minuto uno. Cuando los empleados forman parte del proceso de selección para la contratación de un nuevo miembro de su equipo, están invirtiendo tiempo en conocer a una persona con la que trabajarán codo con codo en el futuro más inmediato.
La llegada de un nuevo compañero, que suele aterrizar en nuestro departamento como caído del cielo, siempre suele generar inestabilidad e incertidumbre. En el caso del reclutamiento colaborativo, será necesario un tiempo de adaptación, pero resultará inferior para todos, porque ya se habrán conocido antes y habrán tenido la oportunidad de compartir orígenes, inquietudes y expectativas a corto y largo plazo.
2. Apuntar directamente al perfil más idóneo
En los procesos de reclutamiento colaborativo muchas veces son los propios empleados los que proporcionan a la empresa nombres y perfiles. Contar con profesionales recomendados simplifica notablemente la tarea del departamento de Recursos Humanos, puesto que es gracias a la acción de los empleados que se apunta directamente a los perfiles más idóneos.
Es una buena manera de obtener más rápido y con mayor eficacia a las personas que buscamos, simplificando algunos pasos como la recepción o el cribado de CV, que a veces se alargan demasiado en el tiempo.
3. Generar y hacer más sólida la pertenencia
¿Has pensado en qué les estás comunicando a tus empleados cuando los invitas a participar en un proceso de selección? Pues en primer lugar, que confías en su criterio y que te importa tanto su opinión como su experiencia en el puesto que ocupan en la empresa.
Al integrar a las personas en este proceso tan importante para la organización fomentas el sentimiento de pertenencia a la misma y sigues alimentando, junto a todas las acciones que ya tengas en marcha, la buena relación con tu gente. Sentirán, además, que la empresa no tiene la intención de sustituir a nadie, sino que lo que estás intentando hacer es incorporar talento nuevo y nutrir, en definitiva, la experiencia y el trabajo de todos.
4. Reducir el coste de los procesos de selección
El reclutamiento colaborativo nos ayudará, no solo a reducir el coste en dinero de los procesos de selección, sino también a ahorrar tiempo, que es un bien escaso para casi todos. El hecho de que sean los propios empleados los que faciliten referencias nos permitirá ir directo al grano.
Es una buena manera de comenzar a examinar CV y perfiles que realmente pueden adaptarse a la vacante que deseamos cubrir lo antes posible, evitando las tediosas tareas de cribado, entrevistas telefónicas y demás labores previas a la selección final, que suelen dilatar el proceso de selección en el tiempo.
5. Acertar en la contratación del perfil
¿Hay alguien que sepa mejor que tu gente cuál es el perfil más adecuado a contratar? Ellos conocen de primera mano las características del puesto, las necesidades del departamento y la personalidad de cada uno de los miembros del equipo, de modo que tienen todo el criterio y conocimiento que se necesita para reclutar el perfil más adecuado.
Pero es que además, está claro que varias cabezas piensan mejor que una o dos. Contar con más opiniones y criterios plurales nos vendrá fenomenal para tomar la decisión acertada desde el principio.