Las empresas tienen que lidiar con multitud de dificultades a diario, pero algunas de ellas se podrían evitar ¿lo sabías?
Uno de los problemas más graves para las empresas es el absentismo laboral, el año pasado costó a España 75.875 millones, un 24% más.
Aunque en muchas ocasiones relacionamos el absentismo laboral a causas no justificadas, una buena parte se produce por motivos plenamente justificados. Si quieres identificar las causas por las que se produce este absentismo y a su vez, tomar medidas para evitar pérdidas económicas, lo mejor será que te pongas manos a la obra. Reducir el absentismo laboral es posible.
Que es el absentismo laboral
Absentismo es, según la RAE, la ‘abstención deliberada de acudir al lugar donde se cumple una obligación’. También lo define como el ‘abandono habitual del desempeño de funciones y deberes propios de un cargo’.
Si queremos ir más allá y definir el absentismo laboral, nos encontramos con varias apreciaciones, que concluyen en entender el absentismo laboral como aquel número de horas o jornadas no trabajadas respecto al número de horas o jornadas contratadas, sean cuales sean las causas.
Tipos de absentismo laboral
A Alberto siempre se le pegan las sábanas, Martina últimamente siempre está enferma, Oliver siempre se va antes para poder coger el metro a en punto, a Carlos siempre le veo navegando en internet, David me entrega informes incompletos…
¿Te has parado a pensar todo el tiempo que esto supone?
La ausencia de Martina, pertenece al absentismo justificado. No acude a trabajar porque está enferma y ha avisado previamente a la empresa. También podríamos encontrarnos dentro de este absentismo con las vacaciones, los periodos de baja, el tiempo para acudir al médico, para hacer exámenes oficiales, permisos por nacimiento o defunción…
Cuando un empleado no avisa a la empresa de que va a faltar ni indica porque va a estar ausente de su puesto de trabajo y por tanto, no tiene autorización para ello, estamos frente al absentismo injustificado.
Pero… ¿sabías que también existe el absentismo presencial? Estar físicamente en el lugar de trabajo en las horas pactadas pero sin ser productivos, también trae cola… Es lo que le pasa a Carlos.
¿Y qué le pasa a David? Pues que no está entregado al cien por cien en sus tareas por diversas causas y su rendimiento es inferior a lo normal, esto se llama, absentismo emocional.
Consecuencias para la empresa
El absentismo presencial y emocional, se originan cuando el empleado pierde la confianza en la compañía, en su responsable, sus compañeros… Esto provoca insatisfacción en el empleado, se siente desmotivado, no es feliz (y sabemos que los empleados felices producen más) y no trabaja dando su cien por cien. Por tanto, no rinde como debería y no podemos esperar de él lo que nos gustaría. Trabaja por debajo de sus posibilidades.
Cuando los empleados llegan tarde, abandonan su puesto durante un tiempo y luego retornan o salen antes de su hora y no regresan, también vemos mermada la productividad de la empresa. Podemos visualizarlo de una forma sencilla con un ejemplo: imaginemos una empresa de 20 trabajadores en la que cada uno de ellos acumula 15 minutos de ausencia no justificada al día (5 minutos de retraso por la mañana, 5 minutos más al hacer el café y 5 minutos en la comida). Esto supone un total de 6.300 minutos improductivos al mes, es decir, 105 horas. ¡En un mes! Dicho de otra manera, cada mes se perdería el trabajo de tres semanas de un empleado. Sí, 3 semanas pérdidas.
Todo este absentismo, genera costes directos e indirectos a la empresa, que no puede ni debe asumir. Los costes directos son evidentes: sueldo y Seguridad Social. Los costes que no vemos tan claros, pero que están ahí son la formación de sustitutos, la pérdida de ventas y producción, bajada de calidad, mal ambiente entre compañeros…
Solución
El absentismo justificado y no justificado puede solucionarse con sistemas de gestión de vacaciones, ausencias, presencia y control horario como Woffu.
Este sistema de control nos permite obtener informes reales de las horas trabajadas de los empleados. Mediante un sistema de fichaje digital o a través de máquinas biométricas que permiten el fichaje por huella dactilar, reconocimiento facial que no permiten suplantación, tarjeta, pin… Con estos informes podremos controlar las horas trabajadas de los empleados y tomar medidas en caso de grandes diferencias entre las horas no trabajadas y las horas contratadas.
El absentismo presencial y emocional también puede reducirse con una política de recursos humanos focalizada en motivar a los empleados. Los empleados motivados trabajarán en un buen clima laboral y esto aumentará la competitividad de la empresa. Ver estos resultados de crecimiento aumentará su satisfacción.
Para ello se pueden organizar reuniones periódicas que favorezcan la comunicación entre los miembros de un mismo equipo, ofrecer cursos de formación, dejar claros los objetivos a alcanzar y animar al equipo a ello, así como promover la ascensión salarial.