El concepto de semana laboral de cuatro días va haciéndose hueco en muchos países europeos. Hace apenas unos días, era noticia la puesta en marcha de una prueba piloto en Reino Unido. En esta un total de 70 empresas tendrán ocasión de comprobar qué tal les funciona, junto con sus empleados, solo cuatro días a la semana percibiendo el mismo salario.
La iniciativa ha sido impulsada después de experimentar cambios tan significativos en la organización de la fuerza de trabajo durante la pandemia. Después de realizar la prueba, las empresas tendrán la posibilidad de prolongar la prueba durante seis meses más. A partir de ahí, decidirán si la semana laboral de cuatro días es o no es una opción para el presente y el futuro en el mundo laboral.
¿Por qué se plantea ahora la semana laboral de cuatro días?
En realidad no es un planteamiento nuevo que haya surgido después de la pandemia. Es cierto que el hecho de que durante todo este tiempo empresas y trabajadores hayan tenido que hacer un esfuerzo extra para gestionar su tiempo y responder a los problemas de estrés y salud física y mental provocados por el confinamiento han motivado cambios importantes en el mundo profesional. Uno de los más evidentes, el modelo de trabajo, que ha pasado de ser puramente presencial a transformarse en híbrido, gracias al impulso que ha experimentado el teletrabajo durante la pandemia.
En nuestro país, el Gobierno de España tiene la propuesta encima de la mesa, pero ha tenido que priorizar otros asuntos, como la fiscalización de las horas extra no remuneradas. Sin embargo, hay empresas que ya están probando la semana laboral de cuatro días. Telefónica es una de ellas.
Más de 18.000 empleados en plantilla pueden acogerse ya de manera voluntaria a la semana laboral de cuatro días, con una reducción salarial proporcional, pero con una bonificación del 20 % por parte de Telefónica. La empresa puso en marcha una prueba piloto con la que se lograron muy buenos resultados y en junio de 2022 ha llegado a un acuerdo con los sindicatos mayoritarios para generalizar la iniciativa.
¿Se paga el sueldo entero en la semana laboral de cuatro días?
Cada empresa tendrá que negociarlo con los sindicatos y con su plantilla, de modo que es muy lógico que en cada organización se establezcan unas condiciones distintas. En el caso de Telefónica, que de algún modo ya se ha superado la fase de prueba, lo que se propone a los empleados es la Jornada Semanal Flexible Bonificada.
Estos trabajan 32 horas a la semana, divididas en jornadas de ocho horas diarias de lunes a jueves. Por tanto, dejan de trabajar las 37,5 horas que se repartían tradicionalmente en cinco días por semana. El sueldo se reduce proporcionalmente, pero Telefónica bonifica el descuento con un 20 %. Esto significa que paga una hora a los empleados. Los sindicatos están satisfechos con el acuerdo, pero buscan conseguir una bonificación superior, para que los trabajadores no pierdan tanto dinero por acogerse a la semana laboral de cuatro días.
¿Cómo prepararse para la semana laboral de cuatro días?
- Convérsalo con el equipo y resuelve las inquietudes que surjan
- Haz una prueba piloto un par de semanas
- Pregunta a los colaboradores cómo se sintieron
- Evalúa el rendimiento y el desempeño
- Busca herramientas digitales que te permitan llevar un control de los días y horas trabajadas
Una propuesta de futuro en standby
Es evidente que empresas y empleados tienen inquietudes latentes. También el Gobierno de España, que acordó con Más País un proyecto de semana laboral de cuatro días que todavía no se ha puesto en marcha. Ni tan siquiera en modalidad piloto. El Ejecutivo tenía previsto destinar 50 millones de euros para ayudar a las empresas que se ofrecieran a implantar la semana laboral de cuatro días o de 32 horas. Se estima que estas ayudas se pongan a disposición de las organizaciones más pronto que tarde.
En otros países europeos también se está trabajando en este sentido. Bélgica, por ejemplo, contempla concentrar las horas de trabajo en cuatro días, pero no recortar la jornada y permitir a los empleados disfrutar de tres días de descanso y plena conciliación.
Intensificar el rendimiento de los empleados y fomentar de manera consciente jornadas laborales más justas es futuro. Por tanto, cualquier medida que apunte en este sentido tendrá que ser estudiada, con el objetivo (siempre presente) de la salud física y mental de los empleados, garantizando su derecho a la conciliación sin perder de vista la productividad y la consolidación de los objetivos de la organización.