Vivimos una crisis sanitaria sin precedentes, aquí en España y en todo el mundo. Los sanitarios, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, los dependientes de las tiendas y las farmacias o los transportistas trabajan a contrarreloj para hacer frente a un virus que ha puesto en jaque los sistemas sanitarios de todo el mundo. Y todavía no hemos llegado al pico de infectados en España.
Mientras tanto, miles y miles de profesionales en nuestro país han sido víctimas de los denominados ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), un instrumento que sirve para pausar el trabajo en casos de excepcionalidad como la que estamos viviendo. Otros tantos miles se encuentran teletrabajando.
En 2019, el número de profesionales que teletrabajaba en España alcanzaba los 1,4 millones, según datos de Adecco. Hoy todavía no tenemos datos totales de la cantidad de personas que están teletrabajando desde que se declaró el Estado de Alarma. Sin embargo, ya estamos en condiciones de afirmar que esta crisis sanitaria está sirviendo – entre otras muchas cosas – para poner en marcha el mayor experimento de teletrabajo que hemos hecho nunca en nuestro país.
Pero, ¿sabes por qué todo esto nos ayudará y ayudará a tu empresa? ¿Crees en que todo esto, al final, tendrá efectos positivos para todos? ¡Nosotros estamos convencidos de que sí! Y vamos a contarte por qué lo pensamos.
La crisis sanitaria como ensayo para el teletrabajo
Ojalá no hubiéramos tenido que ensayarlo nunca. Ojalá esta crisis sanitaria no hubiera sucedido. Pero estamos metidos en el fango y tenemos que salir como sea. La necesidad del confinamiento y de poner a salvo los trabajadores ha hecho que las empresas tengan que poner en marcha, aunque fuera de prisa y corriendo, la práctica del teletrabajo.
Los empresarios que todavía se mostraban reticentes (no hay que perder de vista que más del 68% de los trabajadores españoles quieren teletrabajar y tan solo lo consiguen un 7%, según Randstad) se han visto obligados a idear estrategias que permitan a sus empleados hacer el trabajo desde casa.
De ahí que la crisis del coronavirus se haya convertido en una oportunidad perfecta para probar qué tal funciona. Ahora los profesionales que querían teletrabajar tienen la oportunidad de demostrar que, poniendo los medios necesarios, son capaces de cumplir sin problemas con su jornada laboral, de ser verdaderamente productivos y de ahorrarse un montón de costes de tiempo y desplazamiento.
De hecho, herramientas como Woffu y su sistema de control horario y gestión de presencia permiten a los empleados seguir fichando sin problemas. Y a los equipos de Recursos Humanos y demás responsables de las empresas seguir realizando consultas, informes y gestiones a bordo de la solución. Porque todo es fácil y todo es online y, por tanto, puede hacerse en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Todas las tecnologías en marcha
Lo cierto es que el jueves 12 de marzo fue un punto de inflexión muy importante en toda esta historia de crisis. Ese mismo día, gran parte de los gobiernos autonómicos comunicaron el cierre de los centros educativos. La mayor parte de empresas se vieron obligadas, ese mismo día, a ponerse las pilas con el teletrabajo.
Esa tarde muchas empresas y profesionales dedicaron todos sus esfuerzos y energías a implementar las tecnologías que hicieran posible el teletrabajo a todos o a gran parte de sus empleados. Con los días, estos soportes, necesarios e imprescindibles para llevar a cabo el trabajo con cierta normalidad, se han ido mejorando y adaptando, de modo que hoy son muchos los que ya pueden cumplir el confinamiento total gracias al teletrabajo.
Todo este tejido tecnológico, que funcionará sin parar hasta nueva orden, estará ya habilitado y ensayado, de modo que en un futuro no costará tanto esfuerzo reactivarlo. Y lo que es mejor: si al final los resultados han sido satisfactorios, seguramente ya no sea necesario desmantelarlo y exista la posibilidad real y certera de plantear el teletrabajo como una opción cotidiana, más allá de esta crisis. Que seguro que superaremos pronto.
Adiós miedo, hola grandes oportunidades
La incertidumbre está haciendo estos días un poco más angustiosos. No conocer cuándo llegará el pico de infectados en nuestro país y en definitiva, en qué momento terminará esta pesadilla, genera en nosotros un miedo inevitable. Pero debemos sobreponernos y no dejarnos sumir en el pesimismo.
El teletrabajo era otro de los grandes miedos de los empresarios. No tener claro cómo funcionaría y aplazar su implementación una y otra vez no nos han llevado a nada. Y es que el miedo, que paraliza y entorpece, nunca es buen consejero. Tener claro que saldremos de esta crisis y que el teletrabajo es una excelente oportunidad para seguir manteniendo la actividad de nuestra empresa son certezas que ya tenemos y que pueden abrirnos las puertas a grandes oportunidades.
¿Oportunidades de qué clase? Pues muy fácil. Teletrabajar tiene múltiples ventajas que pueden beneficiar (y mucho) a nuestra empresa. Mediante esta técnica, los empleados ahorran tiempo, porque no necesitan desplazarse o cruzar toda una ciudad para llegar a su puesto de trabajo. Esto significa que pueden comenzar antes y, por tanto, concentrarse pronto en sus tareas.
A esto hay que sumar el ahorro en combustible y la reducción de gases contaminantes a la atmósfera. ¿Sabías que el confinamiento ha hecho caer en picado la contaminación? Frenar los desplazamientos masivos puede contribuir poderosamente a los efectos del cambio climático. Y por supuesto, reducir el gasto derivado del consumo en oficinas y centros de trabajo, algo que directamente notarán las cuentas de las empresas.
Si además os estabais planteando seriamente la cuestión de la conciliación, el teletrabajo puede daros otra respuesta interesante. Aunque ahora de manera obligada, el confinamiento ha servido para juntar a las familias y para, más allá de las dificultades diarias, darse tiempo y espacio para volver a disfrutar en compañía de la gente que más quieren.
Sigamos teletrabajando y sumando esfuerzos
Ojalá todo el esfuerzo que hemos hecho durante estos días, y que tendremos que hacer durante al menos tres semanas más, nos sirva a todos para aprender. Aprender que es posible teletrabajar y hacerlo con garantías, dejándonos ayudar, en parte, por herramientas como Woffu, que contribuyen a que los equipos de Recursos Humanos y las personas de las empresas tengan más fácil la gestión diaria.
Aprender que juntos podemos conseguir grandes cosas y que, por muy difícil que nos hayan puesto la meta, lo lograremos. ¿Cómo no vamos a ser capaces de implementar el teletrabajo con éxito en nuestras empresas cuando pase todo esto? ¡Sigamos adelante con fuerza y convicción. Seguro que podemos!