Puede que en este último año hayas escuchado hablar acerca de la semana laboral de 4 días con más continuidad. No son pocos los ensayos o pruebas piloto que se han puesto en marcha en todo el mundo, especialmente en Europa, donde países como Islandia, Suecia y Reino Unido han obtenido resultados bastante dispares.
Puede que hasta la fecha hayas observado el concepto de la semana laboral de 4 días como una utopía. Sin embargo, mientras Islandia lo probaba con notable éxito entre 2015 y 2019, en España también se gestaban proyectos de prueba, como el que llevó a cabo Telefónica recientemente. El éxito, en este caso, no pudo anotarse como tal. Pues la mayor parte de trabajadores y trabajadoras decidieron no apuntarse a un modelo laboral que, pese a resultar esperanzador para la conciliación, terminaba restándoles un porcentaje de la nómina en tiempos de inflación. Quizá sea esta la razón por el que la semana laboral de 4 días no ha triunfado.
Ahora es noticia el ensayo que el Ministerio de Industria está a punto de estrenar en España. Hace semanas se publicó en el Boletín Oficial del Estados (BOE) la propuesta del Gobierno para que las empresas del sector industrial puedan implementar semana laboral de 4 días con importantes ayudas a través de un proyecto piloto.
¿Qué tipo de ayudas ofrecerá el Gobierno para la semana laboral de 4 días?
En 2023 se hablará de la semana laboral de 4 días y mucho. Por lo menos en España. Y es que el Gobierno, con el Ministerio de Industria a la cabeza, propone a las empresas una prueba piloto con subvenciones de hasta 150.000 euros. ¿El objetivo? Que estas organizaciones pioneras implanten la semana laboral de 4 días entre sus empleados, que a diferencia de los de Telefónica, no perderán ni un euro del salario que perciben todos los meses.
Esta podría ser una iniciativa de éxito si tenemos en cuenta un estudio de InfoJobs, que revela que el 62 % de los trabajadores españoles reducirían su jornada laboral si no perdieran el sueldo y manteniendo la productividad. Esta misma encuesta pone de manifiesto que el 40 % de los empleados españoles rechazarían de manera tajante reducir las horas semanales si eso conllevara una reducción salarial, proporcional o no al número de horas.
¿Qué empresas podrán acceder a la prueba piloto para la semana laboral de 4 días?
Hay que indicar que a través del proyecto del Gobierno no todas las empresas podrán participar en la prueba piloto. Para empezar, solo están llamadas a participar aquellas organizaciones que estén ubicadas en el sector industrial. Esto ya deja fuera a buena parte del tejido empresarial.
Sea como sea, lo que pide el Ministerio responsable para poder optar a estas ayudas es que las empresas reduzcan la jornada de sus empleados a una semana laboral de 4 días. Esto es, a 32 horas como máximo, durante un período mínimo de dos años. Estas organizaciones tendrán que reducir las jornadas de los empleados un mínimo del 10 %, porque de lo contrario no podrán acceder a las ayudas.
El proyecto en cuestión está dotado con un presupuesto de 10 millones de euros, con ayudas que podrían alcanzar los 150.000 euros, como máximo, y que servirían para pagar el 100 % de las nóminas de los empleados y no reducir, en ningún caso, el total del salario que ahora están percibiendo. De este modo, se espera que alrededor de 70 pymes podrán formar parte del plan piloto.
¿Por qué es importante que funcione la semana laboral de 4 días?
En España es un proyecto impulsado por Más País, que ahora ha sacado adelante la coalición de Podemos y PSOE. Es cierto que la patronal no ve con buenos ojos la semana laboral de 4 días: consideran que en momentos de crisis como el actual la jornada de cinco días es imprescindible. Sin embargo, en otros países está funcionando y es una medida que facilita el trabajo líquido y, por supuesto, la ansiada conciliación entre la vida personal y profesional.
Las empresas que se apunten a este plan piloto tendrán que ponerse manos a la obra con infinidad de cambios organizativos, puesto que los procesos productivos, de prestación de servicios y de formación cambiarán considerablemente. Además, en determinados sectores no será tan fácil de aplicar. Por tanto, para que los costes salariales compensen, habrá que observar mejoras equitativas en la productividad.