El verano está a punto de llegar a su fin. Los días de septiembre han comenzado a desfilar y hasta la meteorología nos indica que los meses de las vacaciones se acaban. Unas vacaciones atípicas, por cierto, en las que algunos se han atrevido a viajar. Pero otros han decidido quedarse en sus casas, o en sus segundas residencias, simplemente con el objetivo de disfrutar de unos días de descanso.
Pero con la reincorporación han llegado las dudas. ¿Regresaremos al teletrabajo? ¿Tendremos que volver a la oficina? ¿Cómo gestionaremos esta vuelta tan atípica y complicada? Durante estos últimos meses, el papel de los equipos de Recursos Humanos ha sido todavía más importante de lo que ya es naturalmente.
Ellos han sido los que han lidiado directamente con el cambio, con los miedos, la incertidumbre y las adaptaciones hechas a pasos de gigante. Y lo han conseguido. ¿Por qué no va a ser posible en esta vuelta de las vacaciones, aunque sea en tiempos difíciles?
Pongámonos manos a la obra. Hay que seguir trabajando y tratar de encender el motor de los proyectos de la empresa, pero la situación sigue siendo compleja. Empieza el curso escolar 2020/21 y muchos niños y niñas regresarán a las aulas, porque los padres y madres necesitan trabajar. Tenemos que reactivarnos, pero siguen existiendo personas vulnerables que tienen que protegerse y, seamos sinceros, puede que para muchos el miedo a enfrentarse a esta realidad todavía sea un obstáculo a superar.
Ante toda esta maraña de emociones, singularidades y sentimientos encontrados solo hay una respuesta posible: flexibilidad. Podemos y debemos ser flexibles, pero… ¿cómo? Estas son, para nosotros, las claves de un retorno respetuoso y exitoso.
Una cuestión de peso: la jornada laboral
Las jornadas laborales de ocho horas por cinco días a la semana (mínimo) no son el futuro que quieren los trabajadores españoles. Un estudio realizado por el Grupo Adecco ‘Resetting Normal muestra que las prioridades de las personas después de la pandemia han cambiado. Así, el 72% de los españoles encuestados considera que las empresas deberían revisar la duración de la jornada laboral, así como las expectativas mesuradas en horas de presencialidad.
Para muchos profesionales, concretamente un 81%, una de las prioridades más inmediatas tiene que ver con la flexibilidad horaria. Temen que, tras la vuelta, las horas extra se incrementen y tengan que soportar cargas de trabajo excesivas. Y esta no es solo una opinión común entre personas que tienen hijos a su cargo, sino también de los más jóvenes, que desde hace tiempo tienen otras prioridades más allá del sueldo en el ámbito laboral.
Una forma distinta de medir la productividad
Durante muchos años hemos valorado con insistencia la presencialidad y las jornadas laborales largas, pero hoy todos sabemos que hay otras fórmulas para una productividad más efectiva. Es decir, no trabaja más el que más horas pasa en la oficina, sino el que sabe ser eficiente y obtiene los resultados esperados, aunque sea antes de tiempo.
En los meses más duros de la pandemia los profesionales que pudieron teletrabajar fueron capaces de organizarse y alcanzar las metas marcadas. Desde casa supieron reorganizar el trabajo, establecer prioridades y conseguir un grado de autonomía impensable desde la oficina. Algo que ha dado sus frutos cuando también ha tocado conciliar. Así lo aseguran los encuestados españoles, que en un 84% están convencidos de que esta flexibilidad les ha permitido dedicar más tiempo a su familia y a las cosas que les importan.
Cuando el teletrabajo no es posible, ¿flexibilidad?
Hay muchas profesiones que son eminentemente presenciales. Y aquí debemos mirar directamente hacia los sectores de la hostelería, la restauración, el comercio y muchos otros que exigen el contacto con el público. Las medidas de seguridad que deben aplicarse debido a la situación sanitaria actual obligan, además, a mantener una actitud menos relajada y, por tanto, pueden generar cierto nivel de estrés.
Por otra parte, es posible que algunas personas sientan la necesidad de regresar a esta nueva normalidad a un ritmo distinto. En este sentido hay que tener en cuenta que los últimos meses han sido duros y que muchas personas han pasado por situaciones muy difíciles, como la pérdida de uno o más seres queridos. Es por eso que muchas empresas han comenzado a pautar el regreso a las oficinas con calma, comprensión y respeto.
Un buen ejemplo es Adevinta Spain, que ha diseñado un plan piloto de regreso voluntario para aquellos empleados que prefieran acudir a las oficinas a trabajar. El caso de RICOH, otra empresa del sector tecnológico, también es curioso. Ellos han creado una aplicación que controla el aforo de las oficinas e indica al empleado en qué lugar debe sentarse para cumplir con las medidas de seguridad. Algo que, sin duda, puede dar seguridad a muchas personas.
En estos casos también es importante saber ser flexibles. La reducción horaria, los cambios de turno y otras propuestas que puedan contribuir a la conciliación deberán tenerse en cuenta. Para ello, resultará imprescindible estudiar la situación de cada una de las personas que trabajan en nuestra empresa de manera individualizada, con el objetivo de ofrecer apoyo, seguridad y, cómo no, retener talento.
La experiencia vivida está de nuestra parte
Hay una cuestión fundamental a tener en cuenta que puede ayudarnos en este proceso de vuelta. Y es la experiencia adquirida durante todo este tiempo. Las empresas y los empleados saben que el teletrabajo puede funcionar si se pautan unas directrices y se ofrecen las herramientas adecuadas.
Una solución interesante es Woffu, un sistema que nos ayuda a gestionar a distancia, en cualquier momento y desde cualquier lugar, nuestra relación con la empresa. Así, además de organizar las vacaciones, los permisos, los turnos y el control de la jornada laboral, nos permite transferir documentación y archivos. Algo que en los tiempos que corren nos evita dilatar los tiempos y correr riesgos innecesarios.
Hemos sido capaces de hacer un cambio, pasando de un 4% a un 88% de la cuota de teletrabajo. Hemos reajustado nuestra manera de estar en contacto con clientes y proveedores y lo hemos hecho bien. La Ley del Teletrabajo que actualmente está preparando el Gobierno de España deberá ofrecer, tanto a empresas como a empleados, un apoyo en el que sustentar una práctica que ha llegado para quedarse.