El permiso de 7 días para cuidar familiares fue anunciado la pasada semana por la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. ¿El objetivo? Dar a conocer una de las medidas estrella de la nueva Ley de Familia en la que están trabajando actualmente los Ministerios de Derechos Sociales e Igualdad. Y es que, si un problema se ha hecho evidente con el estallido de la pandemia ha sido el de la conciliación.
Durante los meses más duros del confinamiento, muchas familias se vieron obligadas a hacer malabarismos para conciliar. Con los hijos en casa se hizo muy difícil combinar los estudios de los más pequeños con el teletrabajo de los mayores. Mucho peor fue para los profesionales esenciales, que tenían que salir todos los días a sus puestos de trabajo, sin apenas posibilidades para dejar sus hijos o sus mayores al cuidado de alguien. No sabíamos entonces que más adelante nos enfrentaríamos a otro problema. El de ocuparnos de los hijos que estuvieran confinados por ser contactos o haber dado positivo en COVID-19.
Las leyes laborales actuales no ofrecen respuestas a este tipo de situaciones y tampoco las ofrecen fuera de pandemia. Porque lo cierto es que, mucho antes de que esta crisis irrumpiera en nuestras vidas, también teníamos graves problemas para conciliar nuestra vida personal y profesional.
El permiso de 7 días para cuidar familiares, ¿en qué consistirá?
Ni ha sido aprobado, ni tenemos sobre la mesa una fecha para la aplicación de esta medida. Lo que ha hecho Belarra es anunciar una medida que se incluirá dentro de la Ley de Vivienda y que consistirá en un permiso retribuido para cuidar a un familiar o conviviente. Este podrá alargarse durante siete días o ampliarse, si fuera necesario desplazarse a otra comunidad autónoma.
Se tratará de un permiso puntual. Es decir, no será válido para largas temporadas, porque evidentemente 7 días no dan para mucho. Pero puede resultar de ayuda para esos días en los que nuestro hijo o hija han pasado una mala noche porque están enfermos, cuando tenemos que acompañar a nuestro padre o madre al médico o cuando nuestra pareja necesita que le ayudemos porque se encuentra mal. Es un permiso pequeño, pero remunerado, que en principio dará un plus de tranquilidad a los trabajadores en esos casos en los que necesitan quedarse con sus familiares.
¿Ahora no puedo quedarme en casa para cuidar familiares?
La respuesta es no, si no se trata de una enfermedad grave. La legislación actual prevé que una persona pueda acogerse a este permiso retribuido para cuidar a un familiar si se trata de una enfermedad severa. Sin embargo, la Unión Europea recomienda a los estados miembros que este permiso alcance los cinco días al año.
Además de alargar hasta siete el permiso, el Gobierno de España y sus ministerios implicados prevén incluir en este permiso la posibilidad de cuidar de cualquier conviviente, en lugar de solo a aquellas personas en segundo grado de consanguinidad.
Cuidados familiares durante la COVID-19
La única medida que se ha planteado durante la pandemia en vista a las múltiples bajas y problemas de conciliación ocasionados por la COVID-19 ha sido el plan Me Cuida, aunque la última prórroga se alargó hasta el 28 de febrero de 2022. Veremos qué sucede a partir de esa fecha. Este plan, de hecho, es el resultado de una medida excepcional para la conciliación, que permite la adaptación de la jornada laboral sin reducción de sueldo. Otra opción, incluida dentro del mismo plan, es la reducción de jornada y de los ingresos, de manera proporcional. Lamentablemente, el plan no ha tenido el éxito esperado, porque son muchas las personas que no pueden cambiar de horarios con facilidad, ni reducir sus ingresos para poder cuidar de sus hijos.