Ser felices nos hace más productivos. Y viceversa. Es cierto que son las empresas las que habitualmente se ocupan y preocupan por mantener e incrementar la productividad de las personas que trabajan en ellas. Sin embargo, los trabajadores también han tomado conciencia de ello. Según un estudio realizado en Europa por Fellowes, un 93 % de los empleados españoles consideran que el hecho de sentirse bien en el trabajo puede llegar a incrementar su productividad hasta en un 25 %.

Las dos cosas van de la mano y están absolutamente ligadas. Las iniciativas que sirven para promover la productividad no solo son útiles para conseguir este objetivo, que es común en todas las empresas. También pueden contribuir a mejorar de manera notable el bienestar de las personas, a agilizar las tareas de su día a día y a sentirse, ante todo, más ágiles y activas. Desde RRHH tenemos la oportunidad de poner en marcha toda una serie de iniciativas que contribuyan a mejorar la productividad en el trabajo. ¿Sabrías por dónde empezar? ¡Te ayudamos!

1. Apostarlo todo a la digitalización

Subirse al carro de la digitalización es algo que, de un modo u otro, la mayor parte de empresas han hecho. El estallido repentino de la pandemia nos obligó a poner en marcha iniciativas, como por ejemplo el teletrabajo, que nos ayudaron a mantener la productividad en una situación verdaderamente crítica.

Tenemos estudios, desde hace meses, que demuestran que con el teletrabajo la productividad ha aumentado para el 68 % de las empresas. La integración de nuevas herramientas ha sido imprescindible para abordar las dinámicas de teletrabajo y los modelos híbridos, pero también ha servido para dar pasos de gigante en pro de la digitalización.

Avanzar por este camino es la manera más radical de aumentar la productividad y Woffu es una de las valiosas herramientas que puede ayudarte a conseguirlo.

2. Crear y trabajar por el mejor ambiente laboral

Un buen ambiente laboral es fundamental para que todas las personas que trabajan en el equipo se sientan a gusto en sus puestos. Si las cargas de trabajo son las correctas, si se establece un trato justo, se valoran los esfuerzos y se premian los resultados es muy probable que la productividad no se vea resentida.

Observar de cerca cómo fluyen las relaciones entre las personas del departamento, propiciar un buen ambiente laboral y activar la detección de conflictos puede ser determinante para que la productividad no se vea afectada.

3. Implementar el teletrabajo o el denominado modelo híbrido

A muchas empresas todavía les cuesta reconocerlo, pero el teletrabajo y los modelos híbridos han incrementado la productividad. Una de las razones tiene que ver directamente con el hecho de que el trabajo en remoto permita a las personas concentrarse más y mejor en aquello que hacen y durante más tiempo.

Pero hay otras cuestiones de fondo que también pueden contribuir al incremento de la productividad cuando se teletrabaja: y es el hecho de que se favorece la conciliación, se evitan pérdidas de tiempo innecesarias y los empleados gestionan su trabajo de manera más eficiente y ajustada a sus necesidades personales.

Siete iniciativas de RRHH para promover la productividad de tus empleados

4. Desarrollar programas de formación

¿Tienes tus empleados la oportunidad de seguir creciendo personal y profesionalmente en su mismo puesto de trabajo? Para aumentar la productividad hay que contar con actitudes y habilidades que nos permitan adaptarnos a lo cambios que más pronto que tarde, llegarán. Y para tenerlas, antes hay que aprenderlas.

Si no lo hacemos, corremos el riesgo de perder cada tren que nos pase por delante. De hecho, conviene tener en cuenta que los programas de formación no solo proporcionan beneficios a los empleados, sino que redundan en grandes beneficios para toda la organización.

5. Velar por el bienestar físico y emocional de tu gente

Sin salud no hay trabajo que valga. En estos últimos años hemos aprendido que el bienestar físico y emocional es imprescindible para desempeñar bien nuestro trabajo. Por eso son muchas las empresas que han impulsado planes de bienestar para cuidar la salud física y emocional de sus empleados.

Contar con programas específicos que contribuyan al bienestar, agendar encuentros sencillamente para preguntar cómo estamos, mantener una conversación personal o velar por aquellas personas que han sufrido algún tipo de problema (enfermedad, pérdida de un ser querido…) o cambio vital trascendente (embarazo, parto, adopción…) es fundamental para conseguir que la productividad de la empresa no se resienta o, aunque lo haga, no sea por un largo período de tiempo. El trabajo, si es agradable y emocionante, puede ser un aliado para aquellas personas que salen de un bache emocional profundo.

6. No dejar de plantear retos

Estamos aquí para plantearnos retos y abordarlos. La falta de retos hace que el interés y la ilusión de los empleados caiga hasta cotas insospechadas, configurando un universo laboral de desazón y rutinas que se traduce en la caída en picado de la productividad.

Por tanto, es imprescindible que sepamos fijar nuevos objetivos y metas que contribuyan a ilusionar a nuestra gente, que sirvan para que nuestra empresa siga creciendo y, por supuesto, favorezcan el aumento de la productividad entre los empleados.

7. Abrir todas las vías de comunicación posibles

Dejamos en séptima y última posición, aunque no menos importante, una tarea que deberás impulsar desde RRHH, pero que debe hacerse extensiva en toda la empresa.

Es tan sencillo como abrir todos los canales de comunicación que sea posible, priorizando aquellos más efectivos, como por ejemplo, un sistema de comunicación interna como el de Woffu, que es cero invasivo y facilita la emisión de comunicados informativos a los empleados.

Al mismo tiempo, conviene digitalizar las comunicaciones para hacerlas más ágiles, así como generar espacios de intercambio y conversación físicos que sirvan para generar confianza e incrementar el bienestar de nuestra gente.

Y tú, ¿cómo estás contribuyendo a la productividad de los empleados en tu organización?

Escrita por Laura Arreguín

People & Culture Expert Manager