Uno de los temas más relevantes de este año en el ámbito de las organizaciones y de los RR.HH. será sin duda alguna el “trabajo líquido”. Nada más entrar a las oficinas de cualquier startup de tecnología podrás encontrarte con personas trabajando de una manera totalmente distinta. Las startups son compañías conocidas por su pasión por reinventarse y por su flexibilidad laboral, cultura innovadora y ágil. Sin embargo, estas características ya se empiezan a ver en empresas grandes de cariz más tradicional que están mostrando una clara tendencia a adaptarse a esta nueva manera de trabajar.

El objetivo del “trabajo líquido” es “aspirar a un universo laboral sin fricciones entre empleados y empleadores” señala Miguel Fresneda, CEO de Woffu. ¿Y cómo lograrlo? “Poniendo en el centro a las personas de las empresas, y permitiéndoles gestionar sus tiempos de trabajo de manera colaborativa, transparente y flexible”. 

Del trabajo rígido al «trabajo líquido»

Esta nueva forma de entender el trabajo se contrapone a las estructuras del trabajo rígido, propio de la era industrial (horarios fijos, estabilidad laboral o una relación exclusiva entre empleado y empleador). Para María-José Dunjó, especialista en Cambio y Reinvención Profesional, “Lo importante bajo este nuevo paradigma es el valor diferencial que aportamos (talento, conocimiento, experiencia y competencias), y el modelo de negocio bajo el que ofrecemos nuestros servicios (horarios flexibles, sostenibilidad laboral y relaciones no exclusivas de empleados y empleadores)”

Trabajo líquido

Pero ¿cómo alcanzar el «trabajo líquido»?

Pero para que el concepto del “trabajo líquido” sea una realidad aplicable en las organizaciones es necesario contar con soluciones digitales que las ayuden a gestionar los tiempos de sus empleados y equipos, incluso de manera remota. En la actualidad, la organizaciones se enfrentan a múltiples dificultades en lo que respecta a la gestión de sus recursos humanos y la mejor manera de subsanar esas dificultades es que los departamentos de RR.HH. se adapten de manera ágil a las nuevas tendencias de digitalización. Adoptando soluciones tecnológicas escalables, ágiles, conectables entre sí y colaborativas tendrán la posibilidad de dotar de mayor libertad y empoderamiento a los empleados pero sin perder el control. Estarán apostando por la transparencia y la visibilidad de lo que está sucediendo en la empresa y generando “ahorros de hasta el 85% del tiempo dedicado sin digitalización”.

Así, migraremos del “trabajo rígido” al llamado “trabajo líquido” (o liquid workforce, en inglés). Este término, acuñado por Accenture, consiste en emplear una variedad de recursos distintos (internos y externos) para satisfacer las necesidades del negocio, ajustando esos recursos conforme a las necesidades cambiantes.

Flexibilidad no es sinónimo de perder el control

El trabajo líquido y la flexibilidad laboral son una tendencia al alza en todo el mundo. Sin embargo, esto no conlleva falta de control. Allí es donde Woffu, una solución SaaS experta en la optimización de la gestión del tiempo de los trabajadores toma protagonismo, presentando su solución diseñada para ayudar a las empresas de todos los tamaños a alcanzar el “trabajo líquido”. Como consecuencia, la gestión del tiempo no se limita a controlar a qué hora llegan y se van los empleados, sino que se centra en establecer un clima de confianza y transparencia. «Hoy y dentro de 4 años, cuidar el tiempo de tu gente será sinónimo de cuidar a tu gente; las empresas que lo integren y se adapten al nuevo paradigma serán las que obtendrán el éxito social de forma acelerada. No hay vuelta atrás” asegura Miguel Fresneda, CEO y fundador de Woffu.

Escrita por Laia Hernando