La desconexión digital es un derecho regulado en la nueva ley del teletrabajo que recientemente ha aprobado el Consejo de Ministros. Una legislación que se ha puesto en marcha con el acuerdo de los sindicatos y la patronal y que ha llegado después de que en marzo, un significativo porcentaje de la población empezara a teletrabajar por el confinamiento.

Hoy son muchas las empresas que siguen ofreciendo a sus empleados la posibilidad (e incluso recomendación) de teletrabajar. De ahí que el Gobierno se haya puesto manos a la obra con una legislación que ate los cabos de una práctica hasta ahora minoritaria.

Pero el teletrabajo tiene algunos peligros: la sobrecarga laboral. Trabajar desde casa y saber separar el tiempo personal de la jornada laboral es, para muchos, imposible. Resulta complicado porque no son pocos los que no tienen la opción de separarse físicamente en un despacho de las rutinas familiares. Esto hace que vivan permanentemente enganchados al móvil o al ordenador y terminen trabajando muchas más horas de lo que deberían.

¿Por qué se habla de desconexión digital?

En realidad este era un término acuñado a menudo en los últimos años. Las nuevas tecnologías han agudizado el problema, porque la disponibilidad permanente desde el móvil al correo electrónico, los documentos colaborativos o a las distintas plataformas de gestión en la nube provoca un enganche permanente al trabajo, fuera del horario laboral, en fines de semana, festivos e incluso durante las vacaciones.

Debes saber que antes de que se aprobara la ley del teletrabajo ya existía una legislación que regulaba esta cuestión a la hora de garantizar el derecho de desconexión digital en el seno de las empresas. Así, el artículo 88 de la LOPDGDD (Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales) contempla el derecho de los trabajadores y empleados públicos a la desconexión digital, a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto a su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, sí como su intimidad personal y familiar.

Asimismo, esta legislación obliga a las empresas a potenciar el derecho de la conciliación de la actividad laboral y la vida personal y familiar. También a elaborar una política interna dirigida a trabajadores en las que se establezcan las distintas modalidades de ejercicio del derecho a la desconexión. También a la formación y sensibilización del personal sobre un uso razonable de las herramientas tecnológicas para evitar el riesgo de fatiga informática.

Así pues, lo que hace la nueva ley del teletrabajo es remitirse a este artículo, para que sea aplicado en todos aquellos casos de profesionales que realicen su labor de trabajo a distancia. Ya sea a tiempo completo o parcial.

Ideas y soluciones para aplicar en la empresa

Es importante que la empresa establezca una serie de pautas y soluciones, también tecnológicas, para garantizar el derecho a la desconexión de los empleados. No en vano, según un estudio reciente realizado por InfoJobs, el 67% de los trabajadores atiende emails y llamadas fuera de su horario laboral. Un 31% afirma desconectar peor con el teletrabajo. Hay distintas opciones que pueden ayudarnos en esta tarea, así que vamos a mencionar unas cuantas.

Un sistema de control horario avanzado

Las empresas españolas están obligadas a registrar la jornada laboral de sus trabajadores. Es una fórmula de obligado cumplimiento para garantizar el control de las jornadas laborales. Además, hay que tenerlas debidamente registradas para que, en caso de inspección, sea fácil y efectivo comprobar el cumplimiento de las norma.

Woffu es una solución que, entre otras muchas funcionalidades, ofrece a las empresas la posibilidad de hacer el registro horario desde la misma app en la que se gestionan las vacaciones, las presencias y ausencias y el control general de los Recursos Humanos.

Woffu proporciona informes (que se generan automáticamente, eso es importante) para conocer al detalle las jornadas laborales, detectar retrasos o excesos. Si ocurre lo segundo con demasiada frecuencia, será imprescindible ponerse manos a la obra para elaborar un decálogo de desconexión para los empleados y aplicar medidas más severas para desconectar sistemas, por ejemplo.

Informar, concienciar, ayudar

Es imprescindible que desde la empresa y el departamento de Recursos Humanos en particular, seamos capaces de fomentar la desconexión. Nos ayudará a contrarrestar el cansancio y el agotamiento que generan la conexión sin pausa con el trabajo y contribuiremos a fomentar la productividad, tanto presencial como en la modalidad de trabajo a distancia. Por eso, es importante que pongamos en marcha algunas de las siguientes medidas.

Favorecer un acuerdo entre empresa y trabajadores

Para que los segundos se comprometan a no usar los equipos informáticos más allá de su horario laboral. En este punto hay que tener especialmente en cuenta a los cargos de coordinación, que suelen ser los que lidian más a menudo y fuera de horas con todas las gestiones vinculadas a los miembros de su equipo, aprueban, descartan y organizan, ya sea asuntos laborales o puramente profesionales.

En este sentido es importante descargar a los empleados de la saturación habitual en sus buzones, usando herramientas como Woffu, que ya permiten la transferencia de documentos y comunicación interna fuera del trasiego habitual (y masivo) del correo electrónico. Otra opción a contemplar es la desconexión automática de redes WiFi, servidores y equipos, de modo que los empleados, a no ser que concurra una causa de fuerza mayor, no puedan seguir desempeñando tareas fuera de su jornada laboral.

No establecer reuniones fuera del horario laboral o cercanas a la finalización de la jornada

Se trata de evitar que las reuniones sobrepasen las horas límite y solapen el tiempo personal de los empleados. Sucede lo mismo con los correos electrónicos o encargos de última hora. Las respuestas deberían ser consideradas ya para el día siguiente, en horario laboral.

Implementar medidas de sensibilización

Como un decálogo de buenas prácticas, en el que se expliquen al detalle y con rigor las desventajas de alargar hasta el infinito las jornadas laborales, tanto para la salud física como emocional de las personas. Además, sería interesante usar un sistema de comunicaciones como el de Woffu para ir enviando recordatorios acerca de la conveniencia de desconectar. Especialmente en aquellas horas en las que se ha detectado que hay más personas trabajando fuera de su horario laboral.

Elegir sistemas de gestión que os faciliten la vida

¡A todos! Woffu es una solución integral que resuelve y automatiza gran parte de las tareas del equipo de Recursos Humanos. Pero también alivia y descongestiona al conjunto de empleados. ¿Por qué? Pues porque permite fichar de manera rápida y sencilla, presencialmente o distancia. Ayuda a confeccionar turnos, controlar las ausencias y las presencias, transferir documentos e incluso firmarlos digitalmente.

Así pues, Woffu contribuye poderosamente a la productividad de toda la empresa y libera un tiempo de oro para que todos los equipos puedan dedicarse a sus proyectos. Y dejen, en definitiva, de eternizar sus jornadas laborales desde el minuto uno.

Escrita por Martín Roccatagliata