El ambiente no nace: se hace. Se construye y se preserva con mimo, aportando todo aquello de lo que somos capaces para que sea el mejor. Buscamos que en nuestra oficina, centros de trabajo (o en nuestro equipo, si trabajamos en remoto) el ambiente laboral sea el óptimo y contribuya a generar una actitud positiva en nuestra gente.

Pero esto no es lo más corriente ni habitual. Lamentablemente, más de la mitad de los trabajadores europeos confiesan trabajar en un ambiente de estrés, que repercute negativamente en la vida personal y profesional de las personas. Son datos de la Agencia Europea de Salud y Seguridad en el Trabajo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha documentado largamente los efectos de un mal ambiente en el trabajo, así como la correlación entre este y la seguridad física, la salud mental y el bienestar. Reconoce, a su vez, que el trabajo tiene un impacto positivo cuando la mayor parte de factores y escenarios son propicios, tanto para el desarrollo personal de los individuos como para las interrelaciones que se establecen.

¿Qué sucede cuando hay mal ambiente? ¿Hay maneras de mejorar la actitud de nuestra gente? A continuación te damos algunas claves que podéis desarrollar y ampliar desde Recursos Humanos.

Las claves para mejorar el ambiente y actitud de tu gente desde RRHH

1. Generar un ambiente relajado y abierto 

Abandonar el hermetismo y los corsés es una asignatura pendiente para muchas empresas y departamentos de RRHH. Empezar a generar un buen ambiente de trabajo pasa por abrir los espacios de diálogo y ofrecer a nuestra gente herramientas para comunicarse abiertamente con nosotros. Tender la mano y escuchar activamente y de verdad a nuestros compañeros debería ser una obligación por parte de todos los profesionales que trabajan con personas.

2. Aceptar la incertidumbre 

En los tiempos que corren, no es extraño pasar por distintos estadios anímicos. La desesperanza, la tristeza y la incertidumbre pueden hacer mella en nuestra actitud diaria y afectar al conjunto del equipo. Es normal que en ocasiones nos sintamos así. Lo importante es saber que podemos elegir qué actitud queremos tener ante el día a día. Transmitir este mensaje y ofrecer a nuestra gente tiempo, espacio y recursos para reconocer sus emociones es fundamental. Porque no hay emociones negativas: todas son necesarias y útiles para salir a vivir. Invierte en soluciones, cursos y dinámicas que les ayuden.

3. Fomentar el deporte y el bienestar 

Ahora sabemos más que nunca que la salud es lo primero. Hacer deporte y comer bien son dos hábitos imprescindibles para cualquier persona que quiera sentirse mental y físicamente bien. Desde la empresa podemos fomentar el deporte y desarrollar actividades que contribuyan a recordar a nuestra gente la importancia de cuidarse. Echa un vistazo a las propuestas que existen y elige la que más se ajuste a las necesidades y particularidades de tu empresa.

felicidad bienestar

4. ¿La flexibilidad? ¡En práctica!

La flexibilidad laboral tiene que hacerse sentir. En la era del teletrabajo muchas personas han añadido, consciente o inconscientemente, más presión a sus jornadas. Aunque por lo general la productividad no ha mermado, nos encontramos con profesionales agotados, en el plano físico, pero también emocional. De ahí que sea tan importante llevar un buen control de la jornada laboral para detectar posibles anomalías y desarrollar propuestas que ayuden a las personas a gestionar mejor su tiempo, tanto si trabajan en remoto como si lo hacen de manera presencial. Y ahí la digitalización de las herramientas tiene un papel preponderante. ¡Es una inversión de futuro!

5. Ser agradecido. Tan sencillo como eso

Un estudio de InfoJobs confirma que una de las mayores preocupaciones de los empleados españoles es no sentirse valorados por la empresa en la que trabajan. Por eso un 47 % de los encuestados aprecian especialmente en sus jefes la capacidad de saber felicitarles y reconocerles por sus logros. Ahora vamos a mirarnos al espejo. ¿Qué haces cuando tu gente saca adelante un proyecto? ¿Sueles felicitarles por ello o crees que esta es su obligación y punto?

Alto ahí. Vamos a llevar esto a un terreno más casero. Imagina que tu padre es el campeón del mundo haciendo tartas de manzana. Toda tu familia lo sabe. Hoy ha preparado una tarta solo para ti. Pruebas un primer trozo y cierras los ojos. Realmente lo ha vuelto a hacer: es la mejor tarta de manzana del mundo. Ahora, no te lo guardes: díselo. Enseguida verás que, aunque hayas probado su tarta decenas y decenas de veces, decirle que está deliciosa le dibujará una sonrisa en su rostro y le harás, probablemente, feliz.

Pon en marcha la maquinaria del agradecimiento en tu casa. Hazlo en tu empresa. Es la mejor manera de mejorar el ambiente y actitud de tu gente. Y está en tus manos.

Escrita por Laia Hernando