Si dentro de unos años alguien nos pregunta qué tal nos fue en 2020 no habrá nadie que tenga una experiencia normal al respecto. Todos recordaremos, porque todos lo hemos vivido, que este fue el año que marcó nuestras vidas. Sin embargo, puede que para muchos, 2020 también haya sido un año muy interesante para reflexionar y aprender cosas nuevas.

A apenas un mes y días de que termine el año y a un paso de las Navidades, pensamos que este es un momento perfecto para detenerse a pensar.

En la empresa toca hacer más o menos lo mismo. Este ha sido un año de cambios y quizá precisamente por esto debamos hacer balance de todo lo ocurrido con más interés que otros años. Antes de que estas fechas tan señaladas nos permitan hacer un pequeño paréntesis para iniciar 2021 con fuerza, os invitamos a reflexionar sobre cinco cuestiones que nos parecen clave. ¡Vamos allá!

1. ¿Cómo realizar las evaluaciones de desempeño de 2020? 

Que la pandemia haya parado un poco nuestras vidas personales y profesionales no significa que debamos detenernos del todo. Durante este 2020, especialmente desde marzo, se han producido muchísimos cambios. Algunos nos han hecho aparcar algunas tareas para focalizar nuestra atención en otras, como por ejemplo, la implementación del teletrabajo.

A pesar de eso, nuestra obligación de evaluar el desempeño de los profesionales que trabajan en la empresa sigue estando vigente. Con más razón todavía si parte de ellos están trabajando desde sus casas. Medir la productividad de los empleados, conocer cuáles han sido sus progresos y tener en cuenta sus dificultades es imprescindible para que nuestro equipo humano siga siendo el que era.

Ten en cuenta que a muchas personas trabajar desde casa les genera cierta inquietud porque no reciben el apoyo de su equipo o superiores a diario. Realizar una buena evaluación de desempeño les hará sentir seguros, reconocer cuáles son sus fortalezas, observar las nuevas debilidades o carencias que hayan podido surgir y tratar de atajarlas con claridad y honestidad de cara a 2021.

2. ¿Hemos sido capaces de aplicar con garantías el teletrabajo? 

Salvando aquellas empresas cuya labor mayoritaria debe ser presencial (tiendas con atención al público, centros médicos, restauración, manufactura…), son muchas las organizaciones que han tenido que destinar todos sus esfuerzos y recursos al teletrabajo. Este año también nos ha dado, aunque sea motivada por la pandemia, la nueva Ley del Teletrabajo en la que se regulan los derechos y obligaciones de empresas y trabajadores. En esta se da un margen de tiempo a todas aquellas organizaciones que decidan implementar el teletrabajo más allá de la situación actual, teniendo en cuenta unas normas y obligaciones.

Si este es vuestro caso y ya tenéis a gran parte del equipo teletrabajando, habrá llegado el momento idóneo para reflexionar acerca del esfuerzo que habéis hecho en esta dirección. Así pues, es fundamental que terminéis de pulir el acuerdo de teletrabajo que estará vigente para las personas de tu empresa que quieran teletrabajar, observar (a través de cuestionarios y consultas) cuáles son las sensaciones que acompañan a los profesionales en este proceso, detectar posibles carencias y encontrar soluciones tecnológicas que puedan ayudaros a hacerlo todo más fácil.

3. ¿Qué hemos hecho para ayudar a nuestros empleados? 

Para muchas empresas 2020 ha estado lleno de momentos complicados. También para las personas que forman parte de estas organizaciones y que han tenido que hacer malabarismos para montar de la nada su oficina en casa, educar a los hijos, cuidar de sus familiares y gestionar las grandes dosis de incertidumbre que nos ha traído esta situación actual. Todos somos humanos y flaqueamos. Una reflexión que nosotros nos haríamos como empresa es sencillamente la siguiente: ¿durante este tiempo, hemos sido capaces de ayudar a nuestro equipo a salir adelante?

La conciliación era ya una asignatura pendiente antes de la pandemia. Hoy, más que nunca, los profesionales que trabajan con nosotros necesitan certezas, apoyo y comprensión. La implantación del teletrabajo es un paso muy importante para avanzar en esta dirección. Pero debemos asegurarnos de hacerlo con garantías, comprendiendo que las jornadas maratonianas de trabajo no son sinónimo de productividad. Entendiendo que confiar en nuestros empleados es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Y que regresará de vuelta, probablemente, en forma de trabajo, confianza y fidelidad.

4. ¿Es este un buen momento para hablar sobre salarios? 

Sabemos que este no es un momento fácil para nadie, así que nosotros no daríamos una respuesta cerrada a esta pregunta. ¿Son las situaciones de crisis el momento idóneo para hablar de subidas salariales? Probablemente no para la empresa. Pero alargar esto en el tiempo no conducirá a nada bueno, ni para los trabajadores ni para la organización. Así pues, nuestra opinión en este sentido pasa por apelar a la responsabilidad y la confianza. Cada caso debe ser revisado con detenimiento. Puede que haya personas que están esperando una subida salarial o un cambio de responsabilidades desde hace tiempo.

Estas deben ser, además, conscientes del momento que atravesamos para saber ser prudentes y esperar unos días. Las noticias no son muy alentadoras en este sentido, porque algunas empresas preparan recortes, congelaciones y rebajas salariales para poder capear la crisis. Todos deberemos permanecer expectantes para que esta situación no termine recortando derechos y expectativas e incremente peligrosamente la rotación y la fuga de talento.

5. ¿Cómo podemos empezar con buen pie el nuevo año?

2021 será un año igualmente movido. ¿Seremos capaces de recuperarnos del socavón de 2020? La respuesta a esta pregunta debe mirar, inevitablemente, al camino recorrido hasta ahora. Es muy importante tener claros cuáles serán los objetivos a corto y largo plazo. Y enfocar la estrategia a recorrer durante los próximos doce meses.

Al mismo tiempo, debemos abordar este nuevo ciclo sabiendo qué errores hemos cometido, las posibles deficiencias de nuestro sistema de trabajo y, por supuesto, anotar todas aquellas cosas que podemos hacer para mejorar y tratar de ponerlas en marcha en el próximo año.

Antes de cerrar 2020 todavía tenemos unas semanas para preparar el terreno y comenzar a implantar aquellas soluciones que nos ayuden a resolver problemas, aumentar la eficiencia y hacer, en definitiva, de 2021 un año memorable para todos.

Escrita por Martín Roccatagliata