Tómate unos minutos y piensa. ¿Sabes qué aportan de verdad a tu empresa las personas que trabajan en ella? Si reflexionas con total franqueza y le pones nombre y apellidos a cada uno de los profesionales que trabajan contigo, muy probablemente en ninguno de los casos aparezca la palabra horas.

En los tiempos que corren y frente a las dificultades actuales, las horas o, mejor dicho, el tiempo, han pasado a ser conceptos difícilmente mensurables. Las agendas tienen sentido, sí. Pero a muy corto plazo.

Hemos aprendido a valorar, ahora más que nunca, a las personas que nos rodean. A la importancia de que trabajen y vivan seguras. Hemos empatizado, porque esta situación de la que poco a poco estamos saliendo se ha convertido en una oportunidad de igualarnos y de poner en valor lo que realmente importa: aquello que las personas pueden ofrecernos más allá de los horarios.

Y en esto consiste, un poco a grandes rasgos, el trabajo líquido y flexible. Testigos de este cambio de paradigma, a los responsables de las empresas les tocará apostar por la confianza, la flexibilidad y la conciliación. A los profesionales, ser conscientes y estar preparados para adaptarse a una realidad cambiante, en la que se les exija capacidad de adaptación, pero en la que se respeten sus derechos al crecimiento y a la conciliación.

¿En qué punto se encuentra tu empresa en este momento? Hoy queremos darte cinco razones por las que tu organización debería comenzar a impulsar el trabajo líquido y flexible desde ya.

1. Trabajo líquido y flexible: la productividad, por fin 

¿Cuántos años llevas persiguiendo la productividad? Al principio de este artículo te hablábamos del tiempo, porque lo cierto es que, en cierta a medida, el tiempo ha dejado de importar demasiado. En el sentido de que, no son tan relevantes las horas que pasamos frente al ordenador, como lo que conseguimos al cabo del día. Todos sabemos que una jornada interminable puede, muchas veces, acabar en poco o nada materializado. En el trabajo líquido y flexible, alentar a las personas a trabajar en proyectos urgentes puede ayudarnos a maximizar su productividad. Se trata, en realidad, de un fantástico entrenamiento para que los miembros del equipo sean más capaces de detectar problemas y de resolverlos de manera ágil y proactiva.

2. No dejar escapar ni una pizca de talento

El talento en plural es una de las grandes ventajas de nuestras empresas de hoy. Ser inflexibles en el trabajo, ofrecer tiempos de trabajo rígidos y no dar espacio a la creatividad (a todos los niveles) es abrir la puerta de nuestra empresa para que se marchen las personas con talento. Ofrecer contratos de trabajo más flexibles, nuevas oportunidades de crecimiento y apostar muy seriamente por la conciliación personal, familiar y profesional son las grandes decisiones que nos ayudarán a no dejar escapar ni una pizca del talento que tanto nos ha costado reunir.

3. Profesionales: preparados, listos, ya

El mundo tal y como lo conocimos seguramente ya no regrese. Pero en el mundo que hoy nos toca a vivir y del que dependerá nuestro futuro exige, más que nunca, trabajo líquido y flexible. Las empresas tendrán que estar preparadas, pero los profesionales también. Es posible que algunas organizaciones cuenten con menos empleados para reducir gastos y que finalmente, se opte por la contratación de profesionales en remoto por proyectos o temporadas. Los profesionales en plantilla también tendrán que adaptarse a los nuevos tiempos que corren, aunque las circunstancias actuales juegan a su favor: en pocos días han hecho un tour de force para adaptarse a las tecnologías y nuevas exigencias de la realidad de sus empresas: la personal y la familiar. No está siendo fácil, pero seréis perfectamente capaces de conseguirlo.

4. La motivación de un proyecto 

Reinventarse será prácticamente una obligación para todos, de modo que los profesionales que formen parte de una empresa – sin excepción – deberán ponerse manos a la obra para idear nuevas soluciones, métodos y proyectos que sirvan para remontar o adaptarse a las nuevas realidades. En este sentido, motivar a los empleados con ideas que sean realmente atractivas y sugerentes nos conducirá a crear ambientes laborales dinámicos, a los que todos nos engancharemos con pasión, alegría y dedicación. Y tus mejores talentos también lo harán.

5. Agilizar los procesos 

De poco sirve empezar a mejorar y adaptarse a la flexibilidad y el trabajo líquido si no somos capaces de agilizar técnicamente gran parte (o todos) los procesos que exige nuestro día a día. Hablamos, por ejemplo, de todas las tareas asociadas al departamento de Recursos Humanos, que en estos días complejos está haciendo un ingente trabajo de readaptación, adecuación y puesta en marcha de todo tipo de procesos vinculados a la contratación, al teletrabajo, a los procesos de selección y a la gestión de asuntos laborales. Woffu es una plataforma que descarga a los equipos de Recursos Humanos de los procesos complejos, del papeleo sin fin y de la pérdida de tiempo y recursos. Woffu es, además, una herramienta sin par para la comunicación, con la que podemos gestionar infinidad de trámites y hacerlo en remoto, en cualquier momento y desde cualquier lugar.

¿En qué punto se encuentra tu empresa para adaptarse a la flexibilidad y el trabajo líquido?

Escrita por Laia Hernando