A punto de terminar el año más singular de nuestras vidas, toca hacer reflexión. También en el seno de la empresa. El balance es absolutamente obligado, puesto que desde marzo hemos realizado cambios en multitud de hábitos y procesos.

A estas alturas es imprescindible reflexionar acerca de cómo nos ha cambiado la situación actual, en qué hemos acertado y en qué otros aspectos han salido a flote nuestras debilidades. Y aunque en el próximo 2021 seguramente no podamos exigirnos tanto como otros años, la revisión de objetivos es obligada y debe hacerse conforme a nuestra situación y circunstancias, siendo objetivos, pero también realistas. Pero, ¿qué reflexiones y propósitos accesibles puedes plantear para tu empresa y empleados en 2021? Te echamos un cable, a continuación.

1. Un balance consciente lleno de propósitos

El balance que hagamos del año que dejamos atrás debe ser plenamente consciente y ajustarse a la realidad por la que hemos transitado en estos últimos meses. De nada servirá fustigarse por no haber alcanzado plenamente los objetivos que nos marcamos antes de que se iniciara esta pandemia. El cambio ha sorprendido a todos, de modo que todos nos hemos visto en la obligación de hacer un esfuerzo titánico para resolver los pequeños y grandes desafios del día a día.

En este sentido, lo más recomendable es felicitarse por aquellos objetivos que, en efecto, hemos alcanzado y observar aquellos otros a los que no hemos llegado. ¿Qué habríamos podido hacer para conseguirlo? ¿Estaba en nuestras manos? Sea cual sea la respuesta, el siguiente paso para 2021 será el de retomar todos aquellos proyectos o procesos que hemos tenido que aplazar para tratar de alcanzarlos en el próximo año.

De cualquier modo, será conveniente desechar aquellos objetivos que ya no puedan cumplirse y tratar de adaptar los vigentes y los futuros a la nueva realidad. Son muchas las empresas que han tenido que reinventarse, de modo que es posible que en lugar de atrasos o pérdidas, lo que tengamos por delante sea un horizonte lleno de nuevas oportunidades.

plan objetivos

2. La naturalidad de adaptarse

Adaptarse es resistir. Adaptarse es seguir adelante. Algunas empresas que se dedicaban a fabricar ropa han pasado a focalizarse en la confección de mascarillas. Otras que proporcionaban cuidadoras para niños a domicilio pasaron a dar clases por videollamada.

Lo mismo con otras empresas que se dedicaban al diseño de programas a través de la inteligencia artificial, a fabricar perfumes, a elaborar comida, etcétera. Las empresas han demostrado sobradamente su resiliencia. Adaptarnos es lo más natural que podemos hacer para comenzar a ajustarnos a la realidad y a los nuevos objetivos.

3. Objetivos y propósitos para 2021 

Es inevitable: debemos plantearnos los objetivos para 2021 y conviene ser realistas y condescendientes a partes iguales. De nada servirá que nos marquemos hitos inalcanzables o que pretendamos hacer todo lo que perdimos en 2020 más lo que queríamos hacer en 2021. Los objetivos para el nuevo año deben ajustarse al momento en que vivimos, para que al terminar 2021 podamos hacer un balance más positivo que el del año en curso.

¿Qué es lo más recomendable? Bajo nuestro criterio, enfocarse en aquellos problemas de carácter más inmediato y en objetivos perfectamente asequibles, que aunque no nos hagan alcanzar grandes hitos, nos permitan ponernos al día y sentirnos seguros, dentro de un margen de actuación realista.

¿Hemos sido capaces de implementar el teletrabajo? ¿De qué manera está funcionando dentro de nuestra empresa? Uno de los objetivos a cumplir puede ser justamente este. Es decir, solucionar problemas que hemos arrastrado durante estos últimos meses para conseguir procesos resolutivos y eficientes, que generen satisfacción entre los miembros de nuestro equipo y les permitan trabajar con comodidad y eficiencia. Algo así como resolver los asuntos pendientes para empezar a enfocarnos en los objetivos de la empresa.

plan objetivos

4. Facilitar el trabajo 

La digitalización es un proceso que muchas empresas ya han comenzado abordar. Y lo cierto es que no lo hemos podido dejar a un lado durante estos últimos meses. Se ha transformado en prioridad y ahora debemos continuar en esta senda, porque la digitalización de los procesos contribuye a facilitar el trabajo y la felicidad de los usuarios. Una de nuestras recomendaciones es, sin duda alguna, la de escuchar a las personas que trabajan con nosotros para que nos planteen sus problemas y dificultades. Así como la total revisión de cada uno de los procesos que gestionamos en nuestras organizaciones.

En base a su experiencia, la más cercana a la realidad y el día a día de la empresa, tendremos ocasión de pensar en herramientas que puedan ayudarnos y facilitar el trabajo. Woffu, por ejemplo, resuelve gran parte de las gestiones que antes realizábamos vía mail, en Excel o presencialmente y que ahora podemos llevar a cabo con total comodidad, a través de una única plataforma. Nos referimos, por ejemplo, al control horario, a la gestión de presencias y ausencias, vacaciones, firma digital, comunicación o intercambio de documentos.

Recordemos que es momento de optimizar al máximo los recursos y de monitorear cada inversión de tiempo y de energía. Cada centavo y cada minuto mal gastado será un crimen durante el 2021.

5. Más propósitos: sumar al equipo para un 2021 positivo

Uno de nuestros propósitos a corto y largo plazo debe ser, sin duda alguna, el de conseguir que el trabajo nos vuelva a ilusionar. Plantear nuevos proyectos (siempre con los pies en el suelo de la realidad actual) y seguir fomentando la pertenencia a la empresa será fundamental.

Aunque estemos teletrabajando, cada uno desde su casa o solo con parte del equipo en la oficina, debemos seguir sumando al equipo, escuchando y fomentando dinámicas que permitan a todas las personas participar y aportar. Comunicarse bien y hacerlo a menudo seguirá siendo imprescindible (porque así ha sido siempre) para enfocarnos en un 2021 positivo y productivo para todos.

Escrita por Laia Hernando