Mucho hemos hablado en estos últimos meses de transformación digital. No en vano, hemos pasado prácticamente de cero a cien en pocos días. Y aunque la tecnología tiene un papel absolutamente vertebrador, no es lo único que debe ocuparnos en este proceso de transición. El cambio ha llegado para quedarse, pero la integración de un software moderno y funcional no es la única novedad que tenemos sobre la mesa. De hecho, detrás de las pequeñas innovaciones que vayamos incorporando al día a día de nuestros empleados estará implícito un profundo proceso de transformación de habilidades, conocimientos y actitudes que deberemos abordar.

Con todo, debemos tener algo muy claro. Nuestra gente no puede subir al tren de la transformación digital en soledad y sin apoyos. Para continuar el viaje y llegar en óptimas condiciones al destino marcado en el mapa hay que contribuir a su bienestar, reorganizar el trabajo y las atribuciones y hacerlo en función, no solo de las nuevas necesidades de la organización, sino sobre todo, teniendo en cuenta las características de las personas que trabajan con nosotros y las propias particularidades de la empresa, tiempos y procesos de producción o prestación de servicios.

Y ahora, ¿podemos preparar a nuestra gente para la transformación digital? La respuesta es sí y te damos cinco claves.

1. Implementar las tecnologías adecuadas

Transformación digital no es solo implementar tecnologías que sirvan para optimizar el trabajo que hasta ahora hacíamos a mano. Es cierto que ese es, en esencia, el cambio. Pero debemos ir un poco más allá. Un plan de transformación digital debe abordarse de manera consciente, dedicando el debido tiempo al análisis de aquellos procesos que pueden o deben optimizarse, dejándonos ayudar por la tecnología.

Al mismo tiempo, es imprescindible realizar un buen plan de abordaje, teniendo claras las prioridades y escuchando en todo momento a nuestra gente. Si lo hacemos bien, serán ellos los que nos ayuden a diferenciar lo urgente de lo prescindible. Durante el proceso de cambio, su opinión será clave para elegir las herramientas. Este proceso empieza mucho antes de la implementación de la tecnologías y resulta de gran ayuda para desarrollar una buena adaptación al cambio, con tecnologías realmente útiles y fáciles de encajar en el día a día de la organización.

2. Revisar funciones y tiempos

Tras el cambio y la integración de nuevas tecnologías que enciendan la mecha de la transformación digital en la empresa, llegarán dudas. La automatización de determinados procesos hará que nuestra gente tenga más tiempo libre para dedicar a otras tareas, probablemente más vinculadas a estrategia, de modo que algunas funciones tendrán que revisarse. Un estudio de InfoJobs revela que tan solo el 26 % de las personas que trabajan creen que la transformación digital modificará sus puestos de trabajo. No lo tienen tan claro aquellos que están desempleados. Un 41 % afirma que sí se producirán cambios importantes en los puestos.

Esto pone de relieve una cuestión fundamental, que tiene que ver con la información y el acompañamiento. Es conveniente ayudar a nuestra gente a optimizar el tiempo, realizando análisis pormenorizados de las tareas y cambios que se vayan produciendo durante el proceso de transformación. El objetivo debe ser, en todo caso, el de reorganizarse y aportar seguridad a las personas, para que puedan seguir desempeñando sus antiguas y nuevas tareas con eficiencia y tranquilidad.

3. Apostarlo todo a la formación

Las personas que están desempleadas probablemente tengan más inquietud acerca de cómo afectará la transformación digital a sus carreras debido a la formación. Y es que en este caso, si desean formarse no pueden hacerlo en el seno de una empresa, sino que tienen que costeárselo personalmente. Una buena manera de acompañar a nuestra gente en el proceso, aportando seguridad y solidez a la adaptación, es a través de la formación.

En un entorno tan VUCA como el actual hay que considerar muy seriamente no solo el aprendizaje de las nuevas tecnologías, programas, herramientas y formatos en boga. También hay que formar, entrenar y desarrollar las habilidades que hacen a nuestra gente resiliente, capaz y ávida de adaptarse a los tiempos que corren. ¡Que no es fácil! ¿Sabes cuáles son las habilidades más demandadas por las empresas y cómo entrenarlas?

4. Acompañar y ser pacientes

La transformación digital es un movimiento de cimientos. Y aunque uno de los rasgos de nuestra especie es la capacidad de adaptación para la supervivencia, cualquier cambio puede originar en nosotros un período de desestabilización. Y su magnitud puede variar en función del tipo de cambio, de la dificultad del mismo, de las características del individuo y sus circunstancias e incluso del contexto general, tanto de la empresa como de la sociedad.

Así de partida los cambios pueden provocar rechazo o dificultades de adaptación que debemos salvar y amortiguar a través de un buen acompañamiento. ¿Cómo? Pues bien, en primer lugar, y tal como hemos indicado al principio, haciendo una extensa labor de análisis, que nos permita elegir las herramientas y hacer los cambios más acertados. Porque esto de la transformación digital no consiste en cambiar por cambiar. Proporcionar el apoyo necesario, escuchar y acompañar de manera paciente resultará fundamental para que el proceso sea un éxito, comprendiendo que las dificultades y reticencias forman parte del mismo.

5. Mantener una comunicación ágil y constante

Te hemos hablado de tecnología y acompañamiento y entre estas dos coordenadas debe moverse una necesidad tan constante como natural: la comunicación. Para mejorar la comunicación interna debemos contar con la voluntad y las herramientas adecuadas. Woffu, por ejemplo, ofrece a través de su plataforma un sistema con el que comunicarse directa y ágilmente con la gente, ya sea a través de anuncios públicos o mensajes privados. Los empleados pueden acceder a toda la información y conectar de una manera rápida y eficaz con sus responsables y compañeros.

Además, y en tiempos en los que impera el teletrabajo, es fundamental seguir desarrollando dinámicas de teambuilding y proporcionando una escucha activa a nuestra gente, tanto para comunicar posibles dificultades en la transformación digital como para hacerles sentir importantes, presentes y acompañados. Siempre.

Escrita por Laia Hernando